La Teocracia y la Oración

“Porque sé que por vuestra oración y la suministración del Espíritu de Jesucristo, esto resultará en mi liberación, conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado; antes bien con toda confianza, como siempre, ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo, o por vida o por muerte”.

Fil 1:19-20

Moisés por situaciones personales, le pidió a Dios que le mandara un ayudante, pero en los sucesores aparece el sacerdote Elí, que en algún tiempo él fue el juez en Israel, pero que no tenía capacidad profética, y también era el sacerdote. Posteriormente se integra Samuel, y en él si se desarrollan las tres actividades.

El hombre, desde tiempos antiguos hasta la llegada de nuestro Señor Jesucristo, se ha enfrentado a una problemática con relación a la Teocracia Divina, dicha problemática es que, si el hombre no define su rol de acuerdo al Espíritu Santo provocará en muchas ocasiones extrapolar todo a un solo sentido espiritual; por ejemplo, llevar todo a la guerra espiritual, y cuando se dice “¡Hermanos, hay que guerrear!” todos gritan “¡Amén! ¡Fuera Satanás!”, etc.; sin embargo, esto produce un gran daño psicológicamente, pues, ahora cuando se dé la indicación de orar en la iglesia acerca de un problema o necesidad, no se aceptará fácilmente debido a que hay un bloqueo por pensar que todo hay que guerrearlo, no obstante, se debe entender, que en la Casa de Dios no debe ni puede haber demonios.

Por lo general, cuando se utiliza esta clase de oración, se pueden ejecutar expresiones como: “ASÍ DIJO EL SEÑOR”, “PORQUE ESCRITO ESTÁ”, “COMO DICEN LAS ESCRITURAS”, siempre aplicando y asociando las Escrituras proféticas con el padecimiento de la persona.

OBSERVACIONES:

1. La profecía data del presente, del pasado y del futuro; la profecía es mucho más fuerte y mayor en poder a diferencia de lo que es la adivinación, la cual, ésta última, se antepone a la profecía.
2. En los tiempos de Daniel lo que predomina en Babilonia es la sabiduría, pero luego se levanta otros más sabio, Tiro, y también los griegos comienzan a aplicar la sabiduría.
3. Nosotros observamos con detenimiento cómo se enfrenta Bíblicamente la amargura, la tristeza, la angustia, y otros males inclusive demoniacos, pero vemos que el apóstol Pablo enfrenta una muchacha adivina. (leer Hch. 16:16-18), y cuando dice: “…esto lo hacía por muchos días…” quiere decir que no fue una sola vez a pesar de que Pablo pudo haber reprendido a la muchacha desde la primera ocasión. Pablo no sabía que iba a ir a la cárcel por cancelar un espíritu de adivinación, sólo percibía que era un enfrentamiento con algo extraño.

Cuando encontramos nuestra posición y actividad predominante en el reino de Dios, cualquiera de nuestras oraciones tendrá poder en el consejo.

Lo siguiente, es un ejemplo de una oración libertadora, nótese como no se enfoca a un enfrentamiento directo contra algún ser maligno debido a que este tipo de oración tiene como objetivo sacerdotal interceder y bendecir:

Y si hay maldición en la vida de la persona por la que se está orando, sería lo siguiente: ”bendigo a este hombre/mujer, bendigo sus manos, en el nombre de Jesús…”, porque se está aplicando el sentido sacerdotal y, como consecuencia, esa persona va a salir de maldición y va a pasar al bien de Dios; sin embargo, no hubo un desgaste o esfuerzo en dicha oración a diferencia de una oración de guerra.

¿Pueden los tipos de oraciones combinarse entre sí?

Sí, pues depende del momento que se está viviendo con la persona por la cual se está orando, aunando al discernimiento espiritual que también se viva.

Esta es otra clase de oración que está bien fundada, porque hubo tiempo de jueces y de reyes en Israel, Por ejemplo, tanto Josías como Ezequías derribaron altares malignos, y en el tiempo de los jueces Sansón enfrenta a uno de los peores enemigos de Israel, los Filisteos.

Pero, ¿Qué es la oración de rey? Es un recurso crucial para poder ganar en la batalla, ya que los reyes salían al enfrentamiento contra el enemigo y, a como diera lugar, acabarlos.

Se puede aprender de cada uno de los reyes que aparecen en la Biblia caracteres, actitudes, decisiones y muchas otras cosas importantes de ellos.

Sin embargo, existió un rey que destaca, cuyo nombre era Ezequías, rey de Judá, y como todo rey tiene enemigos, hubo también un enemigo principal de Ezequías que se llamó Senaquerib (rey de Asiria), y sabiendo Ezequías que la fortaleza de Senaquerib eran sus dioses, Ezequías se presenta con Dios, y en una actitud de intercesión, siendo rey, ora a Dios, y Dios le contesta inmediatamente, y en esa noche hubieron 185,000 muertos y el pueblo de Judá después de esto vivió tiempos de cosecha y felicidad. Y en la actualidad, vemos cómo hay gente que no duerme ni descansa porque toda la noche tiene guerra.

Por el sentido de la oración la Biblia dice que:

“Jehová peleará por vosotros y nosotros estaréis tranquilos.” Ex 14:14

Contrario a Ezequías, hubo un rey de Israel llamado Saúl, que quería hacer el oficio del profeta y sacerdote Samuel, lo cual era incorrecto, pues cada quien tiene sus deberes, tanto el rey, deberes de rey, como el sacerdote oficios sacerdotales; esta mal intención de Saúl le trajo un error garrafal, pues debido a querer tomar responsabilidades que no le correspondían, Dios, a través de Samuel, le quita el reino a Saúl. Mediante esto, debemos comprender que Dios es un Dios ordenado y da tareas específicas a cada uno.

En los Salmos se encuentran muchos pasajes relacionados a la intercesión y a la justicia, por ejemplo:

“Señor Jesús haz justicia con este hombre, mira cuánto tiempo ha sido atormentado, mira cómo lo han explotado, ¿Cuánto tiempo va a seguir así, Señor? que tu justicia resplandezca, haz justicia en él…”

En ocasiones, con una oración de bendición, logramos lo que no hemos hecho con trescientas oraciones de guerra, porque nos vemos inclinados a seguir los impulsos, la sangre, temperamento, más si están involucradas nuestras familias que eran temerarios, o pendencieras, o conflictivas. Y, como no hay sabiduría ni consejo, el “auto-engaño” se puede manifestar, haciendo creer que Dios reveló que tienes una serpiente en los pies, y como suena “espiritual” tal palabra, logra convencernos: y aquel que tome el sentido del rey, lógicamente debe tener paz, ya que el rey tiene que ser pacificador.